UN SISTEMA EDUCATIVO PERUANO DELICADO DE SALUD
Prof. Elmer Paúl Tejada
Tongo
La educación en el Perú se encuentra entre
la espada y la pared, pues confronta sus intenciones con su rol educativo
actual, su ideal filosófico con la realidad socio educativa cultural, su visión
con el camino que tiene que recorrer en la formación de los peruanos.
El mundo
educativo engrana un conjunto de sujetos y procesos, de ahí su complejidad para
aprovecharla como fortaleza y también detectar sus debilidades, un sistema que
suma propósitos y que debe expresarse en la calidad de cada uno de sus
productos.
El proceso
formativo de la persona se desarrolla en ámbitos diversos, y cada uno de estos
influye significativamente en el sujeto; partiendo de la familia, el
vecindario, la escuela y la comunidad misma son entes formativos, por lo cual debemos
ser conscientes y responsables de su función educativa, para ello la
planificación educativa debe incluir todos estos ámbitos en el proceso de
enseñanza aprendizaje, se debe aprender y comprender que la interacción social
contribuye decididamente a la significatividad de los aprendizajes y a la
obtención del conocimiento necesario para un futuro autoaprendizaje.
Sabemos
que el proceso de enseñanza aprendizaje se desarrolla en un mundo de
interacciones personales, esto involucra a los estudiantes y profesores, los
familiares y amistades, hasta los administradores educativos y gobernantes. Un
conglomerado humano con una infinidad de ideas, propósitos, actitudes y comportamientos, que
determinan la inestabilidad y desequilibrio del proceso y del sistema mismo. La
perspectiva, el camino y las intenciones no son las mismas en los diversos
contextos geopolíticos del Perú, ello determina las variaciones formativas de
los estudiantes de una región u otra, y la pluriformación educativa. Se debe
reflexionar y asumir el compromiso formativo de la persona que queremos, en
lugar de responder a las necesidades económicas del mundo actual, pues el
desarrollo de una nación está determinada por las personas que ha formado y que
se expresa en el desarrollo cultural, social, político, laboral y económico, un
enfoque invertido de cómo enfocamos la educación actual.
La
administración educativa debe facilitar el desarrollo del proceso de enseñanza
– aprendizaje, dejando de lado su tediosa burocracia y papeleo excesivo, para
así prever y proporcionar los recursos necesarios para el fin educativo,
teniendo en cuenta que lo primordial es la calidad del producto a lograr como
es: un ciudadano con formación integral en lo personal, profesional y social.
Cantemos
una canción con la misma letra, la misma melodía y al son de una sola armonía,
de modo que el oído de cada peruano entienda y sienta lo que la música nos
quiera decir, que el movimiento corporal fluya a un mismo ritmo. Así tendrá
sentido nuestra educación y la formación integral de cada estudiante, con un
horizonte claro.
“Solo
los peruanos podemos hacer la transformación de nuestra educación”.
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