martes, 10 de junio de 2014


REFLEXIONES ACERCA DE LOS TEMAS
 DE LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN


MSc. Armando Aramayo 
Director CONEACES

El presente artículo se sitúa en el actual momento de la búsqueda de la calidad educativa en los tres niveles del sistema, cuando ya se tiene la infraestructura legal y procedimental para su logro a nivel nacional pero donde aún se está trabajando en la difusión de modelos, el convencimiento de la importancia de adscribir a estas prácticas de excelencia y la formación de especialistas y empresas evaluadoras externas, tanto para el tema de acreditación de institutos y carreras profesionales como para el de certificación de competencias profesionales y tiene por propósito aclarar conceptos, desarrollar una forma de validación de los modelos vía la proposición de valor y, finalmente, proponer algunas tareas al respecto. Se parte de la aclaración del concepto de Calidad, basado en cuatro pilares centrales (aceptabilidad, comprensibilidad, utilidad y viabilidad)  y se plantea su determinación de manera asociada a las expectativas de los clientes, los clientes finales y los grupos de interés, materializada en la proposición de valor, de manera preferente, sin ignorar otras posibles fuentes del modelo de calidad. Se esboza una forma de diseñar un modelo de evaluación/aseguramiento de la calidad aplicándola al caso de la calidad de la Educación, dando una breve revisión del Modelo usado por el CONEACES y desarrollando una discusión acerca de las condiciones básicas para que un modelo de evaluación/aseguramiento de la calidad educativa tenga validez y sostenibilidad en el tiempo. Aunque algunos temas son aplicables a cualquiera de los órganos del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación y de la Calidad en la Educación (SINEACE), este análisis está básicamente aplicado al ámbito del CONEACES, o sea, los Institutos y Escuelas de Educación Superior.

¿Qué es calidad? Este puede ser un concepto difuso por su inherente multidimensionalidad, sin embargo es preciso definirlo en forma que sea aceptable, comprensivo, útil y viable en su aplicación. Significa que debe ser entendido y aceptado (como elemento real de evaluación/medición de la calidad) por los usuarios directos de él y por los grupos de interés involucrados. Se refiere a que debe contener todos los elementos relevantes a la evaluación de la calidad  de las entidades o personas a medir. Es claro que esta compren sividad hay que entenderla, desde el primer momento, como una variable dinámica en el tiempo, ya que las características que condicionan el concepto de calidad son dependientes del entorno y variarán con los cambios que este experimente. Es importante recordar la medida en que la revolución tecnológica ha transformado al mundo y, con él, ha sido un vector fundamental para los cambios en el concepto de la calidad en todas  las actividades de la sociedad, global y local (aunque cada vez tienden más a confundirse estas dos). Quiere decir que debe generar valor a todas las partes interesadas, directa o indirectamente. Es un concepto muchas veces infravalorado y por ello aparecen multitud de modelos cuya puesta en práctica puede ser tan compleja que no compensa el valor que agregan a alguna actividad  o función. Esto es particularmente válido cuando se trata de conceptos “blandos”, como el de Calidad, donde su adjetivación puede lograrse de muchas maneras y  donde se puede ir desde las formas muy triviales y, por lo tanto, inútiles  hasta las más sofisticadas, donde, creemos, es crítico hacer un análisis cuidadoso del costo beneficio de su aplicación real, por lo expresado anteriormente. Aceptable Útil Viable Comprensivo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario